

La primera Cumbre de la ONU de Líderes sobre la Biodiversidad destacó la urgencia de actuar al más alto nivel en apoyo de un marco mundial de biodiversidad posterior a 2020 que contribuya a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y coloque a la comunidad mundial en el camino de «vivir en armonía con la naturaleza», en línea con la Visión 2050 del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Celebrada en el marco de la 75.ª sesión de la Asamblea General de la ONU (AGNU), durante la cumbre Volkan Bozkir, presidente de la AGNU, elevó la biodiversidad al más alto nivel de la agenda política al pedir a los Estados miembros que «Kunming debe hacer por la biodiversidad lo que París hizo por el cambio climático en 2015».
Un número récord de países, casi 150 naciones y 72 jefes de Estado y de Gobierno participaron de forma virtual en el evento de alto nivel para generar un impulso político hacia la próxima reunión de la conferencia de las partes para la Convención sobre la Diversidad Biológica (COP15 CDB) en Kunming (China) en 2021.
Munir Akram, presidente del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), dijo que la voluntad política, no las finanzas, es clave para contener la «codicia económica» y la «negligencia política». Por su parte, Volkan Bozkir, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), pidió a los Estados miembros que utilizaran la cumbre para generar un impulso político hacia el Marco Global de Biodiversidad (Global Biodiversity Framework) posterior a 2020. En este sentido, solicitó a las Partes que «Kunming debe hacer por la biodiversidad lo que París hizo por el cambio climático en 2015», lo que elevó el discurso sobre la diversidad biológica a la corriente principal y lo colocó de manera inequívoca en la agenda política.
En su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, describió tres prioridades para conservar y gestionar de manera sostenible la diversidad biológica:
- Las soluciones basadas en la naturaleza deben integrarse en la recuperación de la pandemia de la COVID-19 y en los planes de desarrollo más amplios.
- Los sistemas económicos y los mercados financieros deben tener en cuenta e invertir en la naturaleza,
- así como asegurar las políticas y los objetivos más ambiciosos que protejan la biodiversidad y no dejen a nadie atrás.
La apertura incluyó una «charla informal» entre Achim Steiner, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Elisabeth M. Mrema, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y Ana María Hernández, presidenta de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), quienes describieron la biodiversidad como un «amortiguador» y aseguraron que el tiempo de «contaminar nuestro camino hacia la riqueza» ha pasado.
Puedes ver la cumbre completa en los siguientes enlaces:
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